Mientras estuvieron casados y en relación armoniosa, se explica, el reguetonero “delegó” a la boricua “la administración común” de dichas compañías, de las cuales, los dos “poseen intereses sobre el valor de las acciones o participaciones” en ellas.
Actualmente, González “continúa administrando” esos negocios. Los abogados del intérprete de ‘Gasolina’ alegan que ella tiene “control absoluto” tanto de la operación como de los ingresos, que “incluyen rentas significativas producto del alquiler de alrededor de 10 propiedades”.
No obstante, exponen, el dúo tuvo “diferencias personales que culminaron en el divorcio”, las que “se hicieron igualmente manifiestas en el ámbito corporativo”.
“La falta de comunicación entre las partes entorpece y no permite en la práctica llegar a entendimientos ni, en lo delante, llevar a cabo actividades en conjunto ni como empresa en común”, aseveraron.
Así, el cantautor pide a la autoridad que “permita y viabilice la disolución” de Los Cangris Inc., C & C Artistic Management, Greenwall y Crabby Cottage.